Pizza ortolana

Disolver la levadura en la mitad del agua y en la otra mitad disolver la sal.

Poner las harinas en un bol o en una batidora y verter el agua con la levadura.

Comenzar a amasar y añadir también el resto del agua salada. Continuar amasando, verter el aceite y trabajar hasta obtener una masa homogénea.

Preparar un bol de vidrio untado con aceite y colocar la masa cubriéndola con film transparente.

Dejar leudar hasta que doble su tamaño en el horno apagado con la luz encendida si es necesario. Tomará aproximadamente 2 horas.

Pasado el tiempo, dividir la masa a la mitad y hacer 2 vueltas de pliegues para obtener 2 bolas elásticas.

Engrasar 2 bandejas de aproximadamente 28 cm y con las manos también engrasadas extender delicadamente la masa.

Al principio, seguramente la masa se retraerá. Bastará esperar 10 minutos y repetir la operación.

En este punto ya no estará tensa y la extensión será mucho más sencilla.

Dejar leudar en la bandeja otros 45 minutos.

Mientras tanto, preparar el topping.

Lavar y cortar los extremos de los calabacines y la zanahoria. Cortarlos finamente a lo largo con la ayuda de un pelador.

Preparar el aderezo con el jugo de limón, el aceite, sal y pimienta.

Poner en un bol las verduras con algunas hojas de menta, rociar con la marinada y mantener en el refrigerador.

Preparar la ricotta batiéndola con un tenedor para hacerla más suave.

Pincelar las pizzas con la emulsión de 2 cucharadas de agua y 2 cucharadas de aceite mezclados y hacer agujeros con los dedos como si fuera una focaccia.

Hornear en horno precalentado a 230 grados durante unos 10/15 minutos en la rejilla del medio.

Una vez cocida, rellenar la pizza al gusto con la ricotta, las verduras enrolladas, hojas de menta y la cáscara de limón rallada.