Las raíces del hummus se remontan a diversas civilizaciones de la antigua Mesopotamia y Egipto. Algunos textos históricos egipcios hacen referencia a un puré de habas condimentado con aceite y especias, considerado una fuente importante de energía para los trabajadores. Con el tiempo, la receta evolucionó y se perfeccionó, introduciendo los garbanzos en lugar de las habas y el tahini, hecho a base de semillas de sésamo tostadas y molidas. El uso del tahini es fundamental para darle al hummus su característica textura cremosa y su sabor único. El hummus se ha convertido en un alimento básico de la cocina del Medio Oriente, extendiéndose por todo el Mediterráneo y más allá. Cada país ha desarrollado su propia variante, añadiendo ingredientes locales típicos como pimientos asados, remolachas, aceitunas verdes o menta fresca. El hummus es mucho más que una simple salsa. Es un alimento rico en nutrientes valiosos para nuestro organismo: proteínas de origen vegetal de alto valor biológico, fibras que favorecen el tránsito intestinal y ayudan a sentirse saciado por más tiempo, grasas monoinsaturadas beneficiosas para la salud cardiovascular, y vitaminas del grupo B, vitamina C, hierro, calcio y fósforo. El hummus es extremadamente versátil en la cocina. Puede disfrutarse como aperitivo acompañado de verduras frescas, salsa para wraps y sándwiches vegetarianos o con falafel, condimento para primeros platos como pasta fría, cuscús o ensaladas de cereales, o como un snack sano y nutritivo acompañado de crackers integrales o pan pita. Conservar en refrigeración a 2-4°C.
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Las raíces del hummus se remontan a diversas civilizaciones de la antigua Mesopotamia y Egipto. Algunos textos históricos egipcios hacen referencia a un puré de habas condimentado con aceite y especias, considerado una fuente importante de energía para los trabajadores. Con el tiempo, la receta evolucionó y se perfeccionó, introduciendo los garbanzos en lugar de las habas y el tahini, hecho a base de semillas de sésamo tostadas y molidas. El uso del tahini es fundamental para darle al hummus su característica textura cremosa y su sabor único. El hummus se ha convertido en un alimento básico de la cocina del Medio Oriente, extendiéndose por todo el Mediterráneo y más allá. Cada país ha desarrollado su propia variante, añadiendo ingredientes locales típicos como pimientos asados, remolachas, aceitunas verdes o menta fresca. El hummus es mucho más que una simple salsa. Es un alimento rico en nutrientes valiosos para nuestro organismo: proteínas de origen vegetal de alto valor biológico, fibras que favorecen el tránsito intestinal y ayudan a sentirse saciado por más tiempo, grasas monoinsaturadas beneficiosas para la salud cardiovascular, y vitaminas del grupo B, vitamina C, hierro, calcio y fósforo. El hummus es extremadamente versátil en la cocina. Puede disfrutarse como aperitivo acompañado de verduras frescas, salsa para wraps y sándwiches vegetarianos o con falafel, condimento para primeros platos como pasta fría, cuscús o ensaladas de cereales, o como un snack sano y nutritivo acompañado de crackers integrales o pan pita. Conservar en refrigeración a 2-4°C.