El Parmigiano Reggiano Prodotto di Montagna, madurado 36 meses, representa la culminación de la tradición DOP de montaña. Con una rigurosa evaluación cualitativa realizada a los 20 meses, este queso alcanza, a los 36 meses, la máxima expresión en complejidad y sabor, ideal para quienes buscan un gusto fuerte y decidido. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad bien evidente, consistencia muy quebradiza y granulosa, enriquecida con numerosos cristales de tirosina que aportan un agradable crujido. Olor y aroma: Complejos y profundos, con notas de frutos secos, caldo de carne y una ligera especia de nuez moscada, típica de una larga maduración en montaña. Sabor: Decidido y rico, con notas de especias y frutos secos. La salinidad está equilibrada por un regusto persistente y complejo, expresión de la madurez del queso. Maduración: 36 meses. Maridajes recomendados: miel de cítricos, perlas de limón, compota de fresas y vinagre balsámico de Módena IGP, gelatina de limones, crema blanca, purísima de albaricoques, guindas de tres días, cerveza Doppelbock, vinos como Riesling, Barolo y Amarone, pan integral o crostini rústicos. Ideal para degustar puro o acompañado de frutos secos y vinos tintos con cuerpo para una experiencia gustativa sofisticada. Se recomienda un cuchillo almendrado para quesos curados, que permite romper el queso sin alterar su estructura granulosa.
Gastos de €19,90, gratis a partir de €75,00
El Parmigiano Reggiano Prodotto di Montagna, madurado 36 meses, representa la culminación de la tradición DOP de montaña. Con una rigurosa evaluación cualitativa realizada a los 20 meses, este queso alcanza, a los 36 meses, la máxima expresión en complejidad y sabor, ideal para quienes buscan un gusto fuerte y decidido. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad bien evidente, consistencia muy quebradiza y granulosa, enriquecida con numerosos cristales de tirosina que aportan un agradable crujido. Olor y aroma: Complejos y profundos, con notas de frutos secos, caldo de carne y una ligera especia de nuez moscada, típica de una larga maduración en montaña. Sabor: Decidido y rico, con notas de especias y frutos secos. La salinidad está equilibrada por un regusto persistente y complejo, expresión de la madurez del queso. Maduración: 36 meses. Maridajes recomendados: miel de cítricos, perlas de limón, compota de fresas y vinagre balsámico de Módena IGP, gelatina de limones, crema blanca, purísima de albaricoques, guindas de tres días, cerveza Doppelbock, vinos como Riesling, Barolo y Amarone, pan integral o crostini rústicos. Ideal para degustar puro o acompañado de frutos secos y vinos tintos con cuerpo para una experiencia gustativa sofisticada. Se recomienda un cuchillo almendrado para quesos curados, que permite romper el queso sin alterar su estructura granulosa.